· Las compañías se quejan de no poder firmar contratos a largo plazo
· Buscan obtener precios más bajos hasta lograr que se reforme el sistema
La gran industria está ultimando ya todo para que antes de que concluya el primer trimestre de 2023 pueda celebrarse la primera subasta privada de renovables en España. Organizada por la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), estará abierta, en especial, a todos los consumidores electrointensivos y tiene como fin conseguir contratos a largo plazo (PPA) con proyectos de energías verdes a precios mucho más competitivos que los que pueden obtenerse ahora.
El objetivo inicial era subastar entre 1.500 y 2.000 megavatios de tecnologías renovables, básicamente fotovoltaica y eólica, si bien desde la citada asociación sostienen que está previsto que en estas subastas se construya una curva de oferta de los generadores y una curva de compra de los industriales electrointensivos. Quieren que en este concurso participen tanto promotores ya existentes, como nuevos, que vendan energía a estos grandes consumidores con contratos a 12 años y con la condición de que las plantas estén instaladas en el plazo de unos 18 meses tras la puja.
Es decir, que la subasta no resolverá el problema de costes de manera inmediata, ya que no se obtendrá electricidad a precios más baratos hasta mediados de 2024/2025, pero habrá generado un nuevo marco de negociación para productores y grandes consumidores. AEGE ha presentado la iniciativa al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y a la CNMC, a quienes les parece una acción oportuna y acertada. “Todo lo que sea poder firmar contratos a largo plazo nos parece muy positivo y, de hecho, existen fondos públicos disponibles de hasta 600 millones para ofrecer garantías a la firma de esos contratos”, explican desde el Ministerio.